A la hora de ponernos las pilas con un plan para bajar de peso influyen tantos factores en contra que muchas veces son los primeros obstáculos los cuales debemos de analizar para poder enfrentarlos y hacer más efectivo el poder seguir constante un plan.
A continuación analizaremos los principales factores que se oponen a este objetivo.
Forma de pensar
Primeramente debemos de analizar el estado del peso actual y lo que implica bajar ya sean pocos o muchos kilos. Cuando nos encontramos con un Indice de Masa Corporal por encima del sobrepeso se nos antepone un gran reto el cual solo se logra alcanzar con pequeños objetivos inicialmente.
A lo que quiero apuntar en este caso es que muchas veces nos imponemos grandes metas sabiendo que implican mucho esfuerzo y nos empeñamos en exprimir al máximo lo que soporta el cuerpo para bajar y estas ideas solo conducen al fracaso de cualquier mantenimiento de plan.
Lo recomendado es empezar a corregir pequeños errores que cada nutricionista debe detectar y una vez adecuado al hábito alimentario avanzar con la corrección de otros errores.
Forma de actuar
Persevera y triunfaras. Esta frase se caracteriza mucho con el tipo de actitud que uno debe tomar ante los planes para bajar de peso. Demás está decir que no siempre se nos facilita la idea de bajar porque justo cuando elegimos empezar con el plan, llega el cumpleaños, surge la merienda, o llegan los regalos dulces es decir siempre se nos cruza una excusa casi inevitable para romper el plan alimentario. La actitud que se debe imponer ante estos acontecimientos es darse el gusto pero respetando siempre las porciones, nunca funcionó la idea de privarse de los alimentos para bajar de peso por eso la respuesta ante lo que engorda o no engorda siempre está en la porción de lo que uno consume. Es la porción el pequeño y gran secreto para llegar a bajar de peso y por sobre todo no derrochar todo un plan por un día donde nos dimos el gusto, la batalla sigue y solo poniendo en marcha las cosas se logran de a poco.
Tiempo desplanificado
No tengo tiempo. Para cuántas cosas que valen la pena nos privamos del mismo? Es la excusa más utilizada cuando nos engaña el estómago junto con la cabeza. No existe tiempo para ir de compras al supermercado, para preparar un almuerzo nutritivo o una vianda saludable, no existe el tiempo para desayunar correctamente o para dejar de lado el trabajo que nos exprime día a día. La solución a este obstáculo es planificar. Planificar los horarios, regalarse ese pequeño tiempo para disfrutar de un almuerzo y una cena en un ambiente agradable para recargar pilas y por sobre todo no huir de la cama al trabajo sin haber desayunado como rey. Si no somos nosotros los planificadores de nuestros tiempos nadie lo hará por nosotros es más, los demás quitarán provecho si no ponemos un stop a la hora de alimentarnos.
Costumbre adquirida
El hábito que uno crea en la forma de alimentarse y en la elección de muchos alimentos es tan fácil de adquirir y lo debería de ser también en cambiar. Si estamos acostumbrados a tomar 1 L de gaseosa por día podemos cambiarlo a 1 L de jugo natural de hecho que no es lo mismo no sabe lo mismo pero son hábitos más saludables que si los ponemos en práctica nos acabará por gustar porque ponemos en práctica la costumbre. Otro ejemplo sería optar por acompañar las comidas principales con platos de ensaladas en vez de panificados y mandiocas los cuales representan una gran fuente de hidratos de carbono y acompañando a platos ya ricos en estos macro nutrientes solo contribuyen al aumento de peso y a la disminución del aporte de fibra en la dieta.
Costo
Este factor es el principal impedimento para muchos planes porque comer bien implica también gastar más. Pero les recuerdo que invertir en salud es prevenir la enfermedad que de por si es mucho más costosa. Por eso insisto siempre en elegir alimentos saludables porque finalmente lo que nos cuesta barato nos saldrá más caro. Y como en este caso está en juego nuestra salud es importante tener en cuenta que si no empezamos hoy mañana y pasado será más difícil y por supuesto llegará a ser tarde cuando nos encontremos con las numerosas patologías que surgen y aumentan cada día a consecuencias de la buena vida y la poca preocupación por nuestra salud.
Por: Lic. Daniela Moreno
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