Como es habitual en las épocas de verano lo que más pide el cuerpo es líquido en todas sus formas. La manera en la cual saciamos esa necesidad de líquidos por medio de la sed está pendiente del funcionamiento correcto de nuestro metabolismo interno.
La deshidratación se considera como un desequilibrio entre lo consumido y lo expulsado en cuanto al líquido interno de nuestro cuerpo. Se la clasifica en 3 tipos teniendo en cuenta la pérdida de solutos/electrolitos en relación a la pérdida del agua lo cual a que a medida que no se regulariza tiende a empeorar.
Isotónica – Hipertónica – Hipotónica
La deshidratación isotónica es cuando la pérdida de agua es similar a la de solutos, es decir los cambios en la composición no varían.
Sodio en sangre 135-150 mEq/. – Osmolaridad 280-310 mOsm/l.
En cambio en la deshidratación hipertónica la pérdida de agua libre es mayor a los solutos.
Sodio en sangre 135-150 mEq/. – Osmolaridad 280-310 mOsm/l.
Por último tenemos a la deshidratación hipotónica donde se pierden más electrolitos a diferencia del agua.
Sodio en sangre menor a 135 mEq/. – Osmolaridad menor s 280mOsm/l.
Dónde ocurren las pérdidas
La pérdida de líquido varía según varios factores en entre ellos se encuentran la temperatura y el esfuerzo que empleamos en las actividades físicas
A temperatura normal el cuerpo libera normalmente 2,5 Litros en los siguientes compartimientos:
1. En las partes insensibles:
350 ml. En la piel
350 ml en los pulmones
2. Por medio de la orina: aproximadamente unos 1500 ml.
3. A través del sudor: y esto dependiendo del tamaño de los poros de cada persona unos 150 ml.
4. Por último a través de las heces, unos 150 ml.
Bajo temperaturas cálidas se estiman las siguientes pérdidas:
1. Las pérdidas insensibles se mantienen igual en la piel y disminuyen 100 ml. En los pulmones.
2. Mediante la orina se observa también una reducción de 300 ml aproximadamente
3. Las perdidas por el sudor sufren un gran incremento llegando a 1400 ml.
Se estima que llegamos a un total de 3300ml de pérdida de agua llegando a temperaturas cálidas lo cual se mantiene siempre dependiendo del grado de humedad a la cual estamos expuestos. Estos datos son solo de referencia para calcular aproximadamente lo que deberíamos de ingerir para lograr un balance hídrico y evitar las deshidrataciones.
Cuánto es la pérdida ante la práctica de ejercicios prolongados
1. Las pérdidas insensibles para la piel se mantienen a 350ml y a nivel pulmonar se estima unos 650ml.
2. Por la orina se calcula solo unos 500ml
3. Por el sudor encontramos la mayor pérdida de agua y esta pérdida estaría oscilando por los 5000 ml.
4. Por las heces las pérdidas se mantendría por los 100 ml.
Por lo tanto la pérdida de agua durante ejercicios prolongados llegaría a 6.600 ml.
Observando desde esta perspectiva el balance que realizamos a diario estaría cubriendo todas estas pérdidas para mantener en equilibrio nuestras funciones metabólicas.
Las situaciones en las cuales se ven más aumentadas estas pérdidas son:
Vómitos
Diarreas
Gastrostomías
Drenajes
Sudoraciones excesivas
Quemaduras
Fiebres
Poliutias por problemas a nivel renal
Hiperventilación pulmonar
Como reacciona el cuerpo
Ante la falta de hidratación el cuerpo toma diferentes mecanismos de acción dependiendo de la gravedad del mismo. Si la deshidratación es lenta el organismo cuenta con más tiempo para recuperarse y al contrario si la deshidratación es brusca se presentarán síntomas graves.
Síntomas de la deshidratación según la pérdida de peso
Los diferentes síntomas se manifiestan considerando el porcentaje de pérdida de peso
Del 1-2%
Del 6-8%
Del 9-11%
Hidratarse correctamente
A continuación se presenta una jarra con recomendaciones de los distintos líquidos que consumimos a diario
Por: Lic. Daniela Moreno
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