Continuando con la dislipidemia en el artículo anterior detallamos los distintos fenotipos en los cuales se clasifica esta patología caracterizada por presentar uno de los componentes lipídicos fuera de rango.
El seguimiento de un paciente con dislipidemia tiene como objetivo llegar a adherirlo a un estilo de vida en el cual su alimentación deberá ser más saludable y por sobre todo adecuada a su patología.
Inicialmente el primer paso será tomar conciencia de las consecuencias que acarrea el no tratarse y por consiguiente la tarea será empezar a disminuir el consumo total de las grasas saturadas, el colesterol y por otro lado iniciar la práctica de actividades físicas para ayudar disminuir las valores del perfil lipídico alterado. Un paciente que pretende tratar esta enfermedad farmacológicamente no tendrá muchas posibilidades de curarse ya que la alimentación y la actividad física están por encima de la medicación.
Se deberán de evitar:
Una vez realizados estos cambios se deberán de evaluar los niveles de LDL-C aproximadamente luego de 6 semanas para corroborar su disminución. Si los resultados no son alcanzados se seleccionaran el aporte de esteroles/estanoles y fibra soluble, aparte se intensificará el plan de alimentación así como la actividad física.
Si con estos cambios no mejoran los valores de LDL-C a las 6 semanas se deberá de considerar la presencia del síndrome metabólico y en esta situación la presencia de la farmacología será fundamental.
Ahora lo importante como habíamos mencionado es saber elegir la calidad de alimentos con alto contenido graso para poder abordar el tratamiento de una manera que el plan de alimentación pueda ser adaptado a una forma de sustituir ciertos alimentos y no restringir por completo las
fuentes de grasa de la dieta.
Según Mattson si logramos disminuir 100mg de colesterol por cada 1000calorías consumidas diariamente logramos un cambio de 12mg/dl en la colesterolemia, la cual si se disminuye en 1 % logra una reducción del riesgo de enfermedad cardiovascular en un 2 al 5%, el factor que también
contribuye para llegar a este porcentaje es el aumento por cada miligramo del C-HDL.
El tratamiento en las dislipidemias sugiere la necesidad de un seguimiento continuo, educaciónalimentaria, evaluación del tratamiento y adecuación al mismo.No obstante el punto más importante será siempre la voluntad del paciente ya que solo con su colaboración será posible el éxito del plan.
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