Según los estudios a lo largo de los años el seguir con la actividad física en periodos de embarazo se vio muy favorecido en ciertos aspectos y en otros no tan favorables ya que se consideraba al embarazo como un periodo de reclusión a cualquier esfuerzo físico de la madre. En estudios de observación realizados a más de 1000 embarazadas que practicaban actividades físicas intensas para esta etapa las mismas terminaban dando a luz niños de tamaños pequeños y con bajo peso. A consecuencia de esto en muchos países se restringía a las embarazadas realizar trabajos duros durante las cuatro últimas semanas de gestación y hasta seis semanas después del parto.
Finalmente en la década de 1940 aparecieron por Europa los primeros programas de ejercicios prenatales con el objetivo de mantener la salud de la madre, favorecer el parto y recuperar el estado físico durante la lactancia. La aceptación de estos programas fue tan exitosa que desde entonces la práctica de ejercicios físicos moderados durante el periodo de embarazo y post parto garantizaba una disminución de síntomas molestos, y una pronta recuperación física de la madre.
Durante el embarazo la mujer sufre múltiples cambios en lo que respecta a su estilo de vida. Es por este motivo que la actividad física es uno de los puntos más importantes para poder sobre llevar esta etapa y esto favorece antes, durante y después del embarazo. Solo en casos especiales como en la vuelta de la práctica de deportes de competición la actividad física se contraindica totalmente durante la lactancia hasta que la madre se recupere totalmente luego del parto. El motivo por el cual no se recomienda volver a las prácticas forzosas es debido a que durante el periodo de embarazo y el parto el cuerpo atraviesa por un gran estrés físico y el mismo se refleja con una rápida fatiga al practicar actividades físicas que requieran de mucha fuerza. La idea es ir programando fases de ejercicios físicos que sean progresivas en cuanto a fuerza e intensidad.
Consejos para una práctica segura
Se estima que una práctica diaria de 30 minutos garantiza un alto beneficio estimulando el buen funcionamiento metabólico, favoreciendo una correcta nutrición para la madre y el niño y aparte de mantener el estado físico favorece la salud mental de la madre otorgándole más bienestar para sobre llevar estos cambios durante los 9 meses.
El factor que afecta a muchas mujeres es el cambio corporal por lo cual pasan y esto se puede corregir con la práctica de actividades físicas. Aparte de una buena dieta es importante tener en cuenta que el cuerpo necesita ejercitar su masa muscular para mantenerse en forma y crear un equilibrio de bienestar mediante la nutrición y la actividad física. La elección de empezar o seguir con una práctica de actividades físicas se deberá adaptar para cada caso en particular teniendo en cuenta las limitaciones expresadas anteriormente. Con esto garantizaremos el máximo beneficio.
Lic. Daniela Moreno
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