La importancia que tiene una hidratación correcta en los deportes se debe de tener en cuenta ya que no solo hablamos de hidratar al cuerpo sino que mejoramos los resultados en cuanto a calidad de resistencia.
Como sabemos el ser humano está compuesto en un mayor porcentaje de agua en las vísceras y las células metabolitamente activas de los músculos, siendo los tejidos calcificados los que contienen un menor porcentaje.
Si enfocamos a nivel de estado físico a mayor porcentaje de masa muscular mayor será la cantidad de agua y con esto se fundamenta la disminución de agua corporal a medida que envejecemos ya que perdemos el tono muscular.
Lo que hace el agua en el deportista es mantener la temperatura dentro del rango posibilitando que siga compitiendo de manera que no afecte su salud.
El calor producto final que se produce en la contracción muscular durante un trabajo físico puede llegar a producir 800 a 1000 calorías en una hora y esto supondría el aumento de 1 centígrado cada 5 minutos. Es en este punto dónde entra en acción el factor agua que funciona como radiador corporal.
La sudoración máxima en personas no aclimatadas oscila entre 800 cc y 1900 cc por cada hora.
Para evaporar 1 litro de sudor el organismo emplea aproximadamente 500 calorías y esto lo emplea en el proceso de aumento de la circulación sanguínea periférica para obtener sudor en forma efectiva y asi poder dispersar el calor a través de las glándulas sudoríparas.
La sangre es el medio encargado de refrigerar el cuerpo y perder calor en la periferia del mismo cuando se pone en contacto con estas glándulas una vez que logra enfriar una zona, se enfría y va al interior del cuerpo siguiendo este trayecto:
Lo que no favorece al deportista es que esta sangre que se encarga de la dispersión del calor es quitada de los músculos considerando prioridad la temperatura corporal y como resultado el cuerpo empieza a producir los siguientes síntomas causados por la deshidratación:
Pérdidas del 1 al 5 % del peso corporal:
calambres, mareos, fatiga, enrojecimiento de la piel, cansancio, frecuencia cardiaca y temperatura corporal en aumento y náuseas, rendimiento deportivo disminuido en un 20%.
Pérdidas del 6 al 10% del peso corporal:
dolor de cabeza, falta de aliento, hormigueo en piernas y brazos, dificultad para realizar ejercicios, daños a nivel del sistema nervioso central, hígado y riñones.
Pérdidas del 11 al 20% del peso corporal:
llega producir un cuadro clínico de golpe de calor que presenta sordera, lengua hinchad, visión oscurecida y pérdida del conocimiento, puede llegar inclusive a la muerte.
Para lograr un balance positivo es esencial la hidratación y la misma deberá realizarse en forma voluntaria y programada en el deporte, así llegaremos al resultado de una adecuada temperatura corporal y un rendimiento deportivo mucho más optimo.
La cantidad recomendada para deportistas siempre dependerá de la exigencia física a la que se expone es decir la necesidad se adecuará al metabolismo hídrico de la persona.
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