Entender del porque muchas veces engordamos sin darnos cuenta es necesitar de analizar nuestras costumbres. ¿Qué es lo que hago mal? ¿No como tanto pero no consigo bajar de peso? ¿En dónde está el error?

Se come más cuando tenemos los alimentos a vista, cuando realizamos las compras con hambre, cuando vamos a un buffet con tenedor libre, cuando simplemente nos invade el olor a pan fresco o una carne asada y en muchas ocasiones se come de más o mal cuando nuestras compañías de parejas, amigos o la familia misma nos influencian con sus malos hábitos  alimentarios.

La regulación del hambre en muchas ocasiones se desvía por los estímulos externos y las costumbres que nos rodean por ende muchas veces ingerimos comidas y bocados de más por el simple hecho de experimentar el placer que dan ciertos tipos de alimentos.

Lo cierto es que para lograr un control del peso y mantenernos  en un peso saludable deberíamos  de analizar varias actitudes que desarrollamos a lo largo del día.

Comer sin hambre

Es el primer error que debemos de corregir. ¿Cuando sucede esto? Cuando nos exponemos y nos dejamos llevar por los estímulos externos y las situaciones que nos conducen a comer sin precisamente tener hambre. A esta conducta también se la llama comer de forma mecánica a lo que se refiere comer simplemente por meter algo en la boca por estar masticando o por sentir el placer de las comidas. Con esto empezamos a desordenar los horarios de las comidas y hasta podemos pasar mucho tiempo sin comer y empezar a picotear en las horas claves donde el metabolismo ya no aprovecha de la misma manera la energía de los alimentos. Con esto terminamos obviamente enlenteciendo el mismo y por ende la tendencia a subir de peso por más mínimos que sean los picoteos es bastante alta. De esta manera no se consigue mantener un peso en rango normal .

Los picoteos suman gramos

Como bien sabemos el famoso picoteo conduce sin duda alguna al aumento de peso. La razón es simple, los picoteos son comidas que se realizan sin hambre y casi siempre los alimentos elegidos para picotear son calóricos y apetecen tanto al paladar que no medimos las raciones y tampoco la saciedad. Y como si todo fuera poco los picoteos casi siempre van seguidos de comidas grandes es decir el exceso de calorías hace sin falta un deposito de azucares y grasas en el cuerpo lo cual a la larga si no es utilizado se convierte en gramos y kilos de más.

Controlar cuando y como comemos

El simple análisis de  un día  rutinario nos puede ayudar a detectar si comemos de más o fuera de horas y si realizamos los picoteos incorrectos. Tomar nota de lo que comemos es fundamental para poder detectarlo

Actitudes incorrectas ¿Te pasan algunas?

Comer en abundancia porque es gratis

Comer por el solo hecho de tener frente a los ojos paquetes de galletitas o snacks

Comer frente al televisor, o frente a la computadora y hoy en día con el celular en la mesa

Comer simplemente cuando nos sentimos aburridos o afligidos por problemas

Comer bajo estrés laboral sobre en el lugar de trabajo

Comer mientras manejamos

Picotear mientras estudiamos

Tener a mano y tentarse con cajas de bombones o paquetes enteros de snacks y galletitas

Otro de los factores que nos exponen a comer mucho es dejar al cuerpo por muchas horas sin comer. Como por ejemplo cuando estamos muy concentrados en el estudio o el trabajo si no nos tomamos un tiempo para dedicarlo a la comida estamos disminuyendo no solo el metabolismo sino también la eficiencia y calidad de realizar estas actividades en forma correcta.

Es por eso la importancia de tomar nota de lo que comemos a diario para analizarlo junto a un profesional de la nutrición el cual detectará  los posibles errores y se empezara a trabajar y negociar los posibles cambios que se adapten a los gustos de cada individuo. A partir de esa información podemos llegar a definir las acciones  para controlar los distintos estímulos. Corregir esos pequeños errores conduce a grandes cambios a largo plazo lo cual se refleja en el mantenimiento del peso.

Lic. Daniela Moreno

AUSPICIAN