El invierno es una estación que con sus bruscas temperaturas afectan a nuestro cuerpo cambiando nuestros hábitos alimentarios. La alimentación pasa a ser muchas veces pobre en fibras debido a que reemplazamos las ensaladas y las frutas, por otro lado cambiamos nuestras colaciones y desayunos por opciones muy energéticas dejando de lado alimentos proteicos y frutas frescas. Uno de los puntos más importantes es que dejamos de lado el consumo de un porcentaje considerable de agua lo que hace que el cuerpo confunda la sed con el hambre y es uno de los motivos por el cual ingerimos más calorías.
Que elegimos tomar en invierno
Como no estamos expuestos a las cálidas temperaturas disminuye la pérdida de agua por medio del sudor y consecuentemente disminuye la sed. Las bebidas preferentes como los jugos , licuados, refrescos, gaseosas ,terere y cervezas pasan a ser reemplazadas por infusiones de té , bebidas instantáneas energéticas, el tradicional mate y bebidas alcohólicas con mayor grado de alcohol. En esta oportunidad quiero apuntar a las bebidas instantáneas energéticas que tenemos a elección en las góndolas del supermercado. Tenemos una generosa variedad a elección y considero de suma importancia que a la hora de comprar estos productos evaluemos el aporte de hidratos de carbono , grasas, sodio y calorías de los mismos considerando en casos especiales para varias patologías como la hipertensión, la diabetes y la obesidad. Aclaro que no son bebidas prohibidas pero su consumo debe ser moderado en estos casos. Por lo tanto es de suma importancia como siempre digo aprender a evaluar y analizar la información nutricional de estas bebidas.
Este recuadro es una noción del valor calórico de estas bebidas instantáneas lo cual nos servirá de referencia para descartar unas que otras opciones considerando el contenido de azucares, sodio, grasa y aporte calórico.
Lic. Daniela Moreno
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